El “Mito del eterno retorno” es una idea filosófica
que planteaban los griegos y que quizás fueran los estoicos los primeros en
escribir sobre ella. La idea es de una historia cíclica (no lineal como planteará
luego el cristianismo). Los acontecimientos se desarrollan de modo causal desde
un principio hasta un fin; por medio de la conflagración, todo arde en fuego
para destruirse, para reiniciarse. A diferencia del pensamiento cíclico de Spengler,
por ejemplo, en el cual cada ciclo ofrecía una serie de variantes respecto al
ciclo anterior o de Hegel que con el concepto de Aufhebung y su triple
significado (anular, conservar, superar) planteaba un autoconocimiento del Ser
(palabrita alemana en la cual Marx creía ciegamente y es por ello su absoluta
seguridad de que la misma sociedad iba a llegar inevitablemente a un cambio en
el orden de las cosas); el “mito del eterno” retorno concibe la reiteración de
lo mismo.
Nietzsche suma a esta idea la concepción de que no
sólo son los acontecimientos los que se repiten, sino también las ideas.
Si uno lo piensa desde el arte, es muy plausible
pensar que “cien años de soledad” de Márquez o “ruinas circulares” de Borges
estén expresando el mismo concepto.
O sea, la humanidad amontona sus actos y pensamientos
en una secuencia causal y se encamina por sí sola a la propia autodestrucción,
al “fuego”, que es el final y el inicio otra vez de lo mismo.
Creo que queda más que claro que estoy hablando de una
idea filosófica y no de las elecciones de ayer… creo
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