Una casa no
es una casa
(dirá,
mientras fuma su pipa, René)
es la
epidermis de un yo
expandido hasta
la calle.
Es la
fachada de un ser
que se
esconde
en el fondo
de un patio.
Mudar
alegría y
tristeza de
cambiar.
Dejar la
casa que se habita
pasar a
vivir otra.
Cambiarse
ropa o vestido,
dejando el puesto
en depuesto.
Abandonar las
plumas o las pieles;
la voz de
adolescente.
Dejar algo,
tomar otra
cosa en su lugar.
Ser otro ser
(sin
Dinamarca, ni fantasma),
otro estado,
otra forma,
otro lugar.
Dejar el
modo de vida,
el afecto
trocarlo por
otro.
Mudanza
Acción y
efecto.
Traslación.
Inconstancia
o variedad
de los
afectos
de los
dictámenes.
Cierto
número de movimientos
al compás.
Y yo
bailando,
otra vez
y como
siempre.
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