Todos los hombres se miden a sí mismos
Y al resto de sí mismo
Los alter egos
Los otros yoes
Todos miden a todos con distintas varas
o rectores.
Hay quienes miden según el dinero
conseguido
Hay quienes miden según el poder
conseguido
Que parece igual pero no lo es
Hay quienes calculan el valor de un
hombre
de acuerdo con la cantidad de éxito
de acuerdo con los títulos académicos
alcanzados
de acuerdo con el reconocimiento de los
otros otros.
Hay, muchos, que calculan la cantidad de
plata,
de hijos,
de amigos,
de sangre derramada,
de esfuerzos bienlogrados
Yo crefiero que el hombre vale por felicidad
alcanzada
(sin estúpidas ingenuidades newagestas)
Y esa es una regla tan toscamente
heteropatrónica
Que hace imposible pensar siquiera en la
capacidad
De concebir al real otro como otro real.
Hay quienes miden el mundo y los hombres
Mientras olvidan vivirlos.
Hay quien mide estas palabras,
Mientras yo las siento.
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