Es increíble las cantidades de boludeces que publica la gente en
internet cuando tiene tiempo libre… Podría desarticular algún discurso de esos
neonazis que escribieron sobre delincuencia y minoridad en estos días… pero es
demasiado fácil y, si pensás así, ya no tenés salvación. Voy, en cambio, a leer
un cartel que algunos defensores de la pirotecnia han publicado pensando que
era divertido y tiene, de por sí, connotaciones homofóbicas, chauvinistas y
fascistas. Lo bueno de este cartel es que pone en evidencia la intolerancia y
la homofobia de muchos que lo defienden.
El afiche es el siguiente:
Y su estructura compositiva es bastante simple, como todos los
discursos persuasivos que funcionan con las mayorías. El cartel se estructura
de izquierda a derecha, siguiendo el orden de lectura, lo deseable a la
izquierda para enfrentarlo a lo indeseable a la derecha, para leer al final. Si
el que hizo el cartel hubiera manejado mejor el discurso hubiera empleado una
conexión adversativa y hubiera puesto lo deseable al final desarticulando los
méritos de lo actual, pero bueno, el que lo hizo sólo fue capaz de hacer esto.
La conexión es temporal, basada en un prejuicio arcano de que “todo lo
pasado fue mejor” y lo actual es una mierda. No hace falta leer a Manrique (S.
XV) para darnos cuenta de la estupidez que esta visión implica. Pero
supongamos, en un gesto de generosidad intelectual que algún argumento encierra
cierta validez.
La imágenes que se contraponen son dos perros: el primero, el ideal, el
deseable, es un perro de guerra que viene con el conquistador a masacrar los pueblos
originarios. El segundo, el indeseable, es un perro que porta la bandera del
orgullo gay. Nótese la homofobia de esta selección de imágenes. El perro que
mata, que viene con el asesino de culturas, que apoya el orden opresor, es el
perro bueno; el perro que se enfrenta a las autoridades, que establece una
lucha mucho más difícil para tratar de revertir el orden social estando en
desigualdad de condiciones, es el malo.
Las imágenes y la conexión temporal se refuerza por los adverbio: “Antes”
y “Hoy” debajo de cada imagen.
Pero ¿dónde termina de desbarrancar el autor de este insulto a la
inteligencia? En el texto que acompaña cada imagen.
El perro bueno es un perro “conquistador”, con todas las plurisignificancias
colonialistas y machistas que quieran implicar, “tiene armadura” o sea, un perro
“macho” que como todo “macho” sabe pelear y golpear, porque los machos dentro
de ese imago de mierda, golpean, pegan, no se acobardan en cambio el otro es un
perro “mariquita”, “maricón” con “tutú de colores” todo un insulto a la imagen
de macho. Y esta idea se refuerza con una antinomia cultural: “pelea contra
caníbales” que retoma el enfrentamiento arcano de “civilización y barbarie”,
nada que decir para quien no entiende lo que digo.
Todo se explica en el último enunciado, pues ¿qué cosmovisión ve el
mundo de una manera tan sesgada, machista, homofóbica, intolerante? Claro, cómo
no darnos cuenta antes, el perro era “católico”.
Salgamos a matar todos los maricas, hagamos machos nuestros hijos a los
golpes y ojalá volvamos a una moral como la de antes… ¿pensás eso? ¿a no?
Bueno, entonces ahora que tenés más tiempo dejá de publicar tanta cosa que te
llega y úsalo para pensar más.
O hacete cargo de lo que pensás y salí a matar putos y volvé a tu
pasado idílico de represión.
Pero es sólo un pensamiento inútil de domingo, no me des bola y seguí
publicando boludeces que no pasa nada, total el cerebro ya te lo lavaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario