Otro pensamiento inútil. ¡Qué inútil que soy!
Perdón que no me enganche con lo de las tetas…
Me gustan las tetas pero creo que estamos quedándonos es un aspecto de
superficie, son linda las superficies de las tetas. Pero las tetas son eso,
tetas. Nada más. No son pecado sin pecador como no son mamadera sin lactante. Y
ya, el tema se acabó.
En un momento en el cual se desfinancia sistemáticamente la educación y
la salud públicas, en el cual las tarifas de los servicios suben de manera
ominosa, las paritarias son ninguneadas y la CGT, que de los trabajadores
parece que ya no tiene nada, se queda callada.
En un momento que parece estar de moda ser homofóbico, clasista,
xenófobo, machista, cipayo…
En un momento que nos recuerda viajes a la estratósfera en helicópteros
prestados alguna pascua feliz de un domingo a cavallo (no señor corrector
ortográfico de Word, no es un error esa uve).
En un momento en que lo jóvenes sólo importan si consumen en el mercado
y si no, son criminalizados.
En un momento en el cual comprar al contado porque tenés plata te sale
más barato y si no tenés plata, “bueno jodete, no compres.”
En un momento en el cual la legalización de la marihuana pasó de ser
una lucha sanitaria para pervertirse por nuevos mercaderes.
En un momento en el cual los pobladores originarios son tratados como
extranjeros y las multinacionales como patria.
En un momento en el cual los discursos legitimadores hablan de un
pasado ideal que no vivió ninguno de nosotros pero en el que todos creen como
un niño con un recuerdo implantado.
En este momento, no voy a hablar de tetas aunque en mi Edipo mal curado
me parezcan interesantes fuentes de satisfacción primaria.
Creo, quizás equivocadamente, que no es más que un distractivo (quizás
porque las tetas siempre me distrajeron). Creo que la lucha de la mujer es más
compleja que mostrar o no las tetas. Ojalá las muestren libremente como hacemos
los hombres, pero solo es un detalle. Y el mundo de la política muchas veces
usó los detalles para distraernos de las razones.
Me conocen y saben que milito como feminista desde siempre, sin asustar
a mi hombría al decirme feminista y no la boludez de igualista (dicho sea de
paso, me parece una palabra horriblemente construida).
Pero creo que lo de las tetas es sólo eso, tetas. Una lucha fácil que
les van a dejar ganar en poco tiempo (los toples no son algo nuevo ni mucho
menos revolucionario).
Pero sigo insistiendo, hoy es un día que evidentemente estoy muy al
pedo y me dedico a escribir cosas que no le interesan a nadie. Pero como un
amigo me preguntó sobre las tetas quise hablar de tetas; no sé si dije que me
gustan las tetas.
Ahora que lo pienso, dije tantas veces la palabra tetas que quizás este
comentario aparezca con muchas etiquetas negras… cuando vean una etiqueta
negra, lean “tetas” y listo.
Jajajaj, buenísimo!!
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