sin saber por dónde salir.
El estoico te tienta a callar,
a dejar pasar, a no luchar,
a salir inmune de la contienda.
Pero el escollo persiste,
y no va a desaparecer.
No lo puedo aceptar.
Creo que hay luchas de debés enfrentar
aunque sepas que vas a perder
esas batallas te dicen quién sos…
esas peleas te dicen que sos…
esas disputas te dicen qué sos…
Y que el barro puede ser piedra.
Todos saben
que son batallas que no sirven para nada;
pero ayudan a estar ahí,
sabiéndote yo, sin nada;
con todo, sabiéndote yo.
¡Y no es poco!
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