Voy a donde voy
siempre, a un lugar donde hay gente que apenas conozco y que no voy a conocer
más que eso.
–Hola.
–¡Qué mal que anda la luz acá! Yo
descubrí la utilidad de las luces de emergencia cuando me vine a vivir a
Sastre.
–No, si acá la luz anda re bien.
A mí no me cortan casi nunca.
–A mí, en esta semana, ya van
cuatro veces que me la cortan.
–Bueno, pero vos vivís en una
zona que siempre tuvieron problemas.
–¿O sea que el problema no es de
la empresa sino de la zona donde vivo?
–Claro.
Me voy para no
responderle. Creo que su actitud es un clásico problema del pensamiento
burgués, «si a mí no me afecta, no existe».
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