Diálogo que podría haber estado
escrito en una obra de Eugène Ionesco pero no…
—Vos no confiás en nadie.
—Es bueno cada tanto confirmar las creencias.
—Yo te iba a decir, pero me imaginé que ya lo sabías.
—¿Qué cosa?
—…
—¿Qué cosa?
—Nada, no importa.
Mira a los ojos y dice: «Ya basta, no voy a confiar en nadie más» y se
fui.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario