El despertar de dos alarmas de teléfono
que se han puesto de acuerdo
El dibujo de tus dedos
en mi cuerpo
La anarquía de la cama
El socialismo de las piernas
Lo sagrado de un pequeño y di-minuto
beso
Y palabras y silencios
con el mismo peso
Sin ayeres ni mañanas
desatados de la vida
apegados al desapego
como ley de la única existencia
El ritual que sacraliza
nuestro encuentro
Un último fundirse
en un entrelazar de cuerpos
ya vestidos
Tu mirada se prolonga en despedida
sonreímos
Un libro abandonado como excusa
de un futuro furtivo rito
Tu partes
yo me parto
parte de mí se va contigo
a campear la mañana y la rutina
parte de mí se queda conmigo
y tomamos mates
y sonrío.
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