martes, 2 de abril de 2019

Pensamientos inútiles de un dos de abril: Perdón, me cago en su romanticismo Hollywood.


Perdón por cortarles el mambo con la heroicidad de Hollywood que parecen estar vendiéndonos este día. No es mi intención amargarles el día pero sí pedir que reflexionemos respecto a los relatos que se construyen en torno a un hecho.
No pretendo ofender a nadie y sepan mi absoluto respeto por quienes padecieron el dos de abril en carnes propias.
No sé qué pasa este dos de abril, pero comenzaron a circular una serie de relatos propios del romanticismo patriótico que no sólo no permiten ver lo que pasó, sino que además tergiversan una historia real, sufrida e injustificada.
No iba a poner nada, porque no quería generar conflicto un día que para mí es muy triste; pero no me puedo contener. Ya me vi tantos videos y leí tantos relatos heroicos construidos en las fórmulas del cine norteamericano que me duele hasta en la “masmédula”.
Los combatientes de Malvinas son víctimas de un Estado asesino y de una población indiferente y si queremos no volver a repetir la historia debemos volver a ser verdaderamente conscientes.
Primero: la guerra fue absurda, no porque el reclamo sea absurdo sino porque se llevó a cabo por intereses políticos para sostener el poder de una vergonzosa y beoda junta militar; manotazos de ahogado de quienes viéndose caer no dudaron en sacrificar personas sin importarles absolutamente nada. 74 días duró una guerra en la que murieron 649 argentinos: 143 de ellos eran conscriptos (pibes entre 18 y 22 años que no tenían idea de lo que pasaba pero fueron forzados a ir).
Segundo: frente a la indiferencia de la gente, más de 400 excombatientes se suicidaron luego de volver.
Entonces y porfa, no me hagan videítos pedorros ni relatos del héroe anónimo que sacrifica su vida por sus compañeros quedando sólo frente al enemigo (sean estos relatos o no reales). Son muchos más las víctimas de una población y un Estado indiferente.
Sé que para ustedes es más fácil el heroísmo romántico del cine, no por nada frente a algún comentario de esto en los grupos publicadores de whats app lo único que he logrado es el silencio. No es lo que pretendo, intento la reflexión real sobre los hechos. No pasó hace tanto como para que lo olvidemos. Muchos de nosotros conocemos víctimas de Malvinas, no seamos injustos con ellos y no compremos entradas para un show mediático.
No sé cuáles serán las intenciones políticas de inventar este relato patriotero sobre el héroe muerto y olvidar a la víctima viva… bah, en realidad sí sé cuál es la intención, pero no me interesa a mí hoy decirla.
Hoy es dos de abril y como pueblo no debemos homenajear héroes fabricados en la industria de mitos hollywoodense; debemos, eso sí, recordar nuestras víctimas. Ser conscientes de la estupidez de la que fuimos partícipes y hacernos cargo de nuestras víctimas. No sólo los muertos, sino de los que están dando vueltas esperando un reconocimiento distinto que el de héroe de cine.
No sé qué pasa con ustedes. Cuándo les surgió esta ceguera. Pero yo no quiero ser partícipe de ella.
Hoy, dos de abril, yo no celebro héroes… lloro víctimas que fueron culpa no sólo del Estado, sino también de una población imbecibilizada por los medios de comunicación.
Hoy es dos de abril. Un día para recordar. Un día para no repetir. Un día para saber que aún hay que hacer mucho por esas almas rotas que dejó una guerra absurda.
Ya alguien me había dicho que querían cambiar pasado por futuro, pero bueno, pensé que era en joda.
He dicho.