miércoles, 25 de diciembre de 2019

Ritual pagano del eterno retorno


La noche es calma de estrellas encieladas
El ritual comienza con opíparas ofrendas del cuerpo
regado en abundante sangre.
Uroboro ya vislumbra su cola
dispuesta a morder
se a cerrar
se para abrir
se imposible los balances
y prohibida la nostalgia.
El viejo jugador vuelve a recoger ese dado
roído y redondo para lanzarlo otra vez
en eterno juego.
Creer que algo tiene sentido
es el mito con el que se consuela a los muertos
para que no sufran las penurias de los vivos.
Alguno ríe y otro es atrapado en un recuerdo.
La vida, de pronto, se podría resumir
en un efímero e imperecedero origami.
Los ojos se cierran por el peso del alcohol
o porque no queremos seguir viendo.
El ritual se puebla de silencios
un celular ilumina el rostro de algún fantasma
una mascota se acobacha presa del miedo
un insomne comienza a levantar
platos y vasos de una mesa vacía.
Nada hay que hacer mañana
Nadie va a trabajar porque nadie lo soportaría.
A la mañana el viento soplará
como gigante escoba barriendo cielos.
se comerán las sobras del ritual
se mirarán sin saber qué decir
y se comenzará de nuevo
como si no hubiera pasado nada.





domingo, 22 de diciembre de 2019

extraño estrañar

     Extrañar y extrañarse tienen la misma base léxica.
     Extraño es algo raro, algo que no reconocemos como normal o como propio.
     Es algo que "está afuera" quizás. O nos lleva a otro lugar.
     Al extrañar también nos sorprendemos
o
     Al extrañarse añoramos una normalidad perdida.
     ¿Extrañar nos resulta extraño?
     Se puede extrañar personas, objetos, ideas, épocas, edades...
     Es extraño extrañar,
como resultaría más extraño no extrañar alguna vez algo.
     No extrañar es el equivalente a Tanatos.
     ¡Qué extraño!
     Nacemos y extrañamos el confort del útero materno.
y nos resulta extraño el mundo al que somos lanzados
     Extraña el niño ser parte del cuerpo madre.
     Extraña el adolescente el cueepo niño perdido.
     Extraña el adulto el mesianismo despreocupado e irreverente de su adolescente.
     Extraña el anciano las potencialidades desperdiciadas por su adulto.
     Hasta que la muerte nos regresa al útero.

¿Eso genera angustia?
No creo.
Si no existiera esa falta que terminamos intentando completar con cualquier cosa
nunca haríamos nada.

Que el 2020 les permita muchas cosas nuevas
para poder imaginar que tapan esa falta
aún sabiendo que es imposible tarea.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Ritual de los cuatro elementos.


El agua limpió el inicio del último día del penúltimo mes.
Invoqué el fuego, devorador de lo crudo,
En el nocturno cierre de noviembre
En el madrugante inicio de diciembre
Ahora, mañanero despertar del doceavo fragmento del año,
Salgo (pies descalzos) a apoyar mis plantas sobre tierra
Y a respirar la mañana que comienza.
Sin ese estúpido afán que tienen los desperdiciadores de vida
De que todo pase rápido.
Con la obstinada idea de disfrutar cada uno de los días.
Dar vuelta la cabeza lentamente y maravillarse al ver
La cantidad de sucesos que pueden entrar
En esta mediocre forma que tenemos los humanos
De mensurar el tiempo
En nuestro inútil intento por controlarlo.
Ritual de los cuatro elementos
Reconciliado con el universo
Respiro el cielo en un sorbo y sonrío
Sabiendo que Uroboro ha mordido su cola
Y que todo ciclo no tiene final sino en un inicio
Mientras los dedos de mis extremidades inferiores
Acarician los brotes verdes nacientes sobre las muertas plantas de noviembre.