martes, 21 de marzo de 2017

Desarmando discursos prestados


El conflicto docentes-gobierno (no «conflicto docente» como dice clarín en todas sus volantas eliminando uno de sus agentes de modo nada ingenuo) hace que todos opinen sin tener opinión. Entonces, ¿qué hace la gente que no tiene opinión ni ganas de pensar una opinión propia? Pues, toma prestada una opinión de los medios y ya está.
El presente texto pretende poner en evidencia que esas opiniones prestadas que circulan carecen de razones argumentales. Claro que muchas ellas deberían tener un trato minucioso pero no es mi intención porque no vale la pena; la mayoría de los repetidores crónicos no leen un texto de más de cuatro renglones y este los va a superar con creces.
Entonces ¿por qué lo escribo? Porque no puede quedarme callado frente a tantas estupideces que oigo y leo…

“Este es un paro político.”
Todo paro es político, no necesariamente partidista (para usar una palabra que tampoco es correcta pero se aproxima más a lo que ustedes quieren decir). La huelga es una acción política, quizás la única que las masa mayoritarias pueden hacer (después de votar) para tener alguna injerencia en la decisiones políticas.
Respecto a si responde a los intereses de un partido en particular, creo que es más que evidente que la mayoría de los docentes no son kichneristas si a eso se refieren (hablo de la mayoría de los que hacen huelga).
Pero no se confundan, el reclamo es político porque reclama políticas educativas, no sólo salarios (que también sería un reclamo político).

“Con las huelgas no se logra nada.”
Lamento decir que todo o casi todos los logros sociales de las masas: voto femenino, igualdad de razas, jornada de 8 horas, domingo no laboral, vacaciones, para sólo mencionar algunas se lograron sólo después de largas huelgas (con las víctimas implicadas en cada caso de represión de los sectores de poder del momento). Los sectores poderosos no ceden un fragmento de su poder a menos que sientan que peligra todo su poder.

“Tienen los chicos de rehenes.”
¿? Este enunciado me llama poderosamente la atención. No tiene ningún sentido. Una persona se la considera rehén cuando es retenida por alguien como garantía para obligar a un tercero a que haga algo que lo beneficia. Y casualmente, en una huelga, el alumno no es retenido por alguien; todo lo contrario, es devuelto a sus tutores originales.
¿Quién lo está usando de rehén entonces? El Estado que les pide a sus tutores que si quieren deshacerse de sus engendros insulten y se quejen contra aquellos que no los retienen. Si no se entiende, no importa. Cuando el gobierno decida charlar con nosotros ya les quitaremos esa horrible presión que sienten.

“Baradel es una vergüenza.”
El «argumento contra la persona» es la primera falacia que nos enseñan cuando estudiamos la argumentación. Es increíble que la gente siga creyendo en ella como válida. Baradel representa un sector muy pequeño de todos los que hacemos paro y ningunear un reclamo en su totalidad por una de sus figuras representativas de un sector minoritario es de persona mal intencionada o poco inteligente (usted decide en qué grupo está).
Por otro lado los argumentos que desprestigian a esta persona muchas veces tienen que ver con su aspecto físico… eso es espantoso y no tengo nada para decirle a una persona que me da como argumentos para hablar mal de alguien que no se afeite o que está gordo. No tengo nada que decirle porque no creo que valga la pena hablar con ellos.

“El nivel y la calidad de la educación pública es lamentable.”
Este punto es muy discutible. Siempre hay que tener en cuenta varios indicadores entrecruzados y la valoración de uno u otro tiene que ver con decisiones políticas. Antes de decir huevadas hay que plantearse cosas como: cuántos están en la escuela, qué saberes son significativos, cuál es el objetivo que se persigue al escolarizar, etc. Decir que es mala porque es distinta que la tuvimos es confundir mejoría con diferencia. Las élites patricias consideraban que la propuesta sarmientana era bajar la calidad educativa.

“Los docentes son todos unos vagos.”
No tengo ganas de escribir nada en este enunciado, estoy vago y tengo que terminar algunas cosas del colegio.

“Los docentes no son docentes de calidad.”
La calidad de la formación docente la debe garantizar el Estado, no los docentes. Además… qué calidad pretenden pagándole poco o diciendo que ningún docente puede vivir de eso a menos que esté casada con alguien y tenga otro sueldo.

“La escuela privada es mejor que la pública.”
Este es un tema más que complejo en nuestro país. Hablar de escuela privada en un país como el nuestro, en el cual muchas veces debido a la desatención del Estado fueron surgiendo lo que correctamente denominadas son "escuelas públicas de gestión privada" y dentro de ese grupo hay variedad que depende del porcentaje del sueldo docente abonado por el Estado o el grupo u organización que las sostiene (iglesia, cooperativas, etc.). Sumemos el grupo de municipales, las provinciales (con las diferencias presupuestarias que de provincia en provincia existe y las correctamente denominadas privadas. Así y todo, deberíamos fijarnos de que escuelas provienen los mejores promedios de las universidades, les sorprendería.

“La culpa de que la educación esté mal es de los gremios.”
Cuando un gremio se sienta a discutir con un gobierno, no sólo se discuten sueldos sino también concursos, políticas y demases. Pero de ahí a decir que la decisión final del destino de un sistema educativo lo tiene un gremio es de gente que poco sabe de política educativa… bueno, pueden sacarle el adjetivo y el enunciado sigue siendo válido.

“Atender a la diversidad significa bajar la calidad.”
Eso es una “gran mentira”. Pero, como toda mentira, se sostiene en hechos reales. Si pretendemos atender a la diversidad y no se capacita a los docentes y se los envía a cursos en donde los alumnos están hacinados y no se reforman currículas y no se crean cargos… en definitiva, si se trata de atender un problema distinto con las mismas herramientas que atendíamos al otro problema, bueno, es muy simple, no se puede lograr.

“Hay que dialogar.”
Convocar a paritarias nacionales es dialogar. Que nación siga en su capricho de no hacerlo, eso es no querer dialogar.

“Nadie respeta las leyes.”
Estoy de acuerdo. Porque estamos frente a un gobierno que incumple con las leyes de financiamiento educativo.

“Hay que volver a la educación que teníamos antes.”
Jajajajajaja, ¿en la cual te educaste vos que no sos capaz de reconocer entre un argumento y una opinión?

“La docencia es una vocación.”
Perdonen, yo no lo quiero. Yo quiero una educación de profesionales, de gente capacitada que trabaje profesionalmente y que cobre como tal.

“No sé por qué se quejan si hay gente que trabaja más y cobra menos.”
Esto siempre me recuerda a la madre diciéndole al niño que coma porque hay muchos otros que no tienen qué comer. Yo pienso, que el niño coma en exceso hace que el desnutrido esté mejor alimentado. Si otro está peor, debo conformarme con mi estar mal… yo pienso que otros que trabajan menos están mejor y con la misma lógica, no me conformo.
Por otro lado, si un sistema explota algunos, el que sea escuchado un sector no puede favorecer a ese otro sector a que reclame por lo que en realidad merece

Cierre.
En un tiempo de twitter y caracteres medidos, yo sigo escribiendo textos de páginas. En un país de directores técnicos yo sigo rodando esta pelota que se llama palabra. Absolutamente convencido de que ningún lector ha llegado y contrario a los preceptos estéticos tradicionales voy a decir la anécdota que permitió me surgieran estas palabra.
Mario… profes…
Sí chicos?
Cuando comienzan los talleres? Esos como el de teatro que teníamos por la tarde.
No parece que vayan a enviar plata para los CAJ chicos, esa también es una de las cosas por las que hacemos paro.
Deberían decirlo.














miércoles, 8 de marzo de 2017

como un río

Apoyaba su cabeza en mi hombro
y hablaba de mil cosas
lloraba reía se burlaba
descansaba del día a día de sus días.

Navegábamos en sábanas rojas
con la misma fluidez que en las blancas
enfrentábamos el destino más adverso
con la incalma del sexo entre las manos.

Y el río heracliteano inevitable
trastoca los “te quiero” en “ya me cansa”
y esperar un gesto que no llega
y el otro harto de la espera.

Inevitable es que los ríos pasen
para quienes no tenemos la contextura

de un dique que pare tanta agua.