domingo, 16 de marzo de 2014

Recuerdo recuerdos

Recuerdo...
     Soy arquero en un partido en una canchita de club; en mi equipo todos son delanteros así que soy el único jugador de fondo y evito todos los goles. El partido termina, mi nariz chorrea sangre porque después de atajar una pelota el contrario volvió a patearla con violencia. Habré tenido once años y había jugado el mejor partido que jamás jugaré.

Recuerdo...
     Era un acto en la primaria y tenía que leer un poema de Neruda porque yo era el que mejor leía o porque era el que se animaba. Lo leí, la gente aplaudió y yo me fui colorado hasta la fila del curso.

Recuerdo...
     Sentado en el auto espero indicaciones de mi padre pero él sólo dice "manejá". El auto salta. Me cuenta que existe el embrague. El auto salta menos. Me cuenta de soltarlo de a poco. El auto salta aún menos. Me cuenta que hay otras marchas. El auto vuelve a saltar. El mismo ciclo en una gradación de saltos descendientes hasta la casi insaltable media hora.

Recuerdo...
     Que le hice llegar la nota con un compañero de grado. No era la más linda, aunque tampoco era fea. Era agradable estar con ella hablando de los padres, los compañeros y fue jugando a la botella que logré un "uva, largo, privado"

Recuerdo...
     La primera vez que llegué a las tres de la mañana. No estaba sobrio aunque tampoco estaba borracho. Ese día lamenté que la casa de mis padres tuviera escalera.
     En el almuerzo no se habló; ellos no dijeron nada.

Recuerdo...
     Que me pescaron tirando un petardo en un acto. La rectora nos llamó. Nos dijo algo, muchas cosas, que no recuerdo; estaba enojada. Nos fuimos a nuestra casa con una anécdota que podríamos contar toda la semana.

Recuerdo...
     Que ya era democracia pero algunos no se habían enterado. Formábamos la federación de centros de estudiantes. El hermano de una profesora que aun conservaba ciertas prácticas de otra época comenzó a decir a nuestros amigos que era peligroso estar con nosotros.
     Los juntamos a todos y le dijimos qué pasaba realmente. Ese día perdimos la mitad de nuestros amigos.

Recuerdo...
     Como en un mosaico. Una silla de parto, sangre, barbijos, delantales y un bebé llorando. Después que lo tiene su madre, me dejan cargarlo. Y mi vida cambió.

Recuerdo...
     Entrar a un curso y después de media hora darme cuenta de que sí, aunque pensé que no me gustaría dar clases, ese día que yo hablaba y los alumnos hablaban y Machado hablaba, ese día me di cuenta de que, luego de tantas vueltas y tantas carreras inacabadas, había estudiado lo correcto.
     Cuando la clase terminó, la jefa de prácticas me dijo que había sido una mala clase, que no había respetado el plan, que etcétera y que etcétera y todos esos etcéteras me permitieron confirmar que había estudiado lo correcto.

Recuerdo...
     Que vino una noche después de muchas idas y vueltas, que el novio que la familia, que esto que aquello y se quedó a dormir... y ahí está, aun durmiendo.

Recuerdo...
     Ir a buscarla al jardín y que me digan que va a demorar un poco porque había hecho un dibujo en la pared con la cabeza de un ladrillo. Mientras volvíamos la reté. Mientras volvíamos me sentí secretamente orgulloso.

Recuerdo...
     Que lo había pensado como la última obra, entonces dirigí, escribí y actué. Pensé quizá que sería el último proyecto. Y ahora lo extraño.

     Sé muchas cosas y sin embargo se me borran los detalles; no sé en qué punto el recuerdo desvía su camino.

     El Recuerdo es el arte de saber olvidar los detalles y saber recordar sólo los detalles sin importancia.

1 comentario:

  1. ¨ Pues si nuestros recuerdos son bien nuestros, lo son a la manera de esas casas que tienen pequeñas puertas escondidas que a veces ni siquiera conocemos y que alguien de la vecindad nos abre, de tal modo que entramos en nuestra casa por un lado por el que no habíamos entrado nunca (...) cada día antiguo queda depositado en nosotros como una inmensa biblioteca donde hay, entre los libros más viejos un ejemplar que seguramente nadie pedirá nunca. Sin embargo, ese día antiguo, atravesando las traslúcidas épocas siguientes, sube ala superficie y se extiende en nosotros cubriéndonos por entero, y, durante un momento, los nombres recuperan su antiguo significado (...) ¨ (M.P.) ;)

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