sábado, 30 de agosto de 2014

Las causas y las consecuencia de las relaciones de causa y consecuencia

     Duermo apaciblemente. Sueño con mi hija que come una porción de torta. Me resulta un poco extraño ver los modos en que mi hija come torta pero es uno de esos sueños en lo que uno sabe que está soñando entonces no me preocupo. Come tan desaforadamente que se ahoga y comienza a toser. Tose tan fuerte que me despierta. Me levanto con pocas ganas, voy a la cocina y traigo un vaso de agua; ella lo bebé y continúa durmiendo... yo no puedo más dormir, entonces me quedo pensando.
     Pienso en si habré soñado lo de la torta antes o después de oírla toser.
     Lo más probable es que la tos haya entrado en el sueño y la mente, en su afán de constituir cosmogonías en donde no las hay, haya tratado de darle un sentido, un orden a ese sonido creando una situación lógica que funcione como causa del mismo.
     Esta relación torta (causa) tos (consecuencia) es fácil, es sencilla, es indivisible, carece de complejidades. Para mi cerebro es más fácil comprender una relación de causa consecuencia directa, una díada en la cual un elemento implica inevitablemente el otro que tratar de encontrar una relación más compleja para lo cual se debe llenar muchos más huecos; por ejemplo, que se ha despertado en la noche molesta; que el día anterior ha estado congestionada; que mi esposa cuando molesta en la noche la acuesta en la cama para seguir durmiendo; que por una razón de almohadas que no está acostumbrada a usar ha quedado durmiendo boca arriba; que por su congestión ha estado respirando por la boca, etc., etc., etc.
     Quizás porque hemos tenido física mucho tiempo en el colegio o quizás porque le tememos a lo complejo, la mayoría de las personas hacemos una lectura simple de las relaciones de causa consecuencia para interpretar el mundo. La diferencia está en que una vez conscientes o despiertos del sueño, algunos tratamos de entender la complejidad de la situación mientras que otros continúan prefiriendo la explicación simple.
     Es posiblemente por eso que funcionen tanto los libros de autoayuda, en esos libros todo es analizado de manera binaria: una causa-una consecuencia y por si esto fuera poco tentador, además te determinan como el único responsable causal del mundo en el que vivís. Definitivamente genial y definitivamente falso.
     En la escuela siempre se interpretó a partir del mismo error, históricamente, el responsable del fracaso ha sido, sucesivamente: primero la familia, después el alumno, luego los colegios, más tarde el sistema y finalmente el docente. Podrá ser, quizás, que todos sean culpables.
     En el fútbol siguiendo este pensamiento se compran y venden jugadores, se echan y contratan directores técnicos, se eligen juntas directivas. En la política, otro tanto y bueno, en Los Medios, ni hablemos.

     Todo esto pasó por aquello. Eso es culpa de él. Si hubieras hecho así no habría salido asá.

     Flojera de pensamiento, incapacidad de ver muchas cosas al mismo tiempo, comodidad... No sé, son muchas las causas que se le podrían atribuir a estos pensamientos simplificadores así que dejo el texto acá antes de encontrar una causa que me deje contento, sentado frente a un televisor y sin pensar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario