sábado, 8 de agosto de 2015

Y algunos insisten en el «no te metás»

Termina el día laboral, termina la semana, son los últimos minutos de una clase que para ellos es aburrida, no creo que alguna vez logre hacer divertido la «proposición subordinada adjetiva» sin embargo no por eso dejo de darla.
Sería muy largo explicar su utilidad en el resumen y en la ampliación de texto, digamos simplemente que es algo que sé es útil y no estoy en campaña electoral como para que me preocupe la popularidad.
Han trabajado bien y han hecho los ejercicios sin chistar (cosa rara) así que, en esta eterna negociación que es la disciplina áulica, les digo que pueden cerrar todo y dedicarse a perder el tiempo durante los 8 minutos que quedan de clases.
Pierden el tiempo desordenadamente, como debe ser. Una alumna comenta que está en los padrones…
—¡Qué bueno!— le digo yo. —Vas a poder vivir esta experiencia que es votar.
Otra alumna da vuelta la cabeza y me mira sorprendida.
—¿Usted (en ese curso algunos me llaman de usted y otros no) cree que deberíamos ir a votar?
—Sí, por supuesto. La democracia, mientras más tempranamente comiences a practicarla más fácil te será comprenderla.
—La seño «X» recién nos dijo que para ir y hacer cualquier cosa sin saber no vayamos…
Me quedo helado, no me cae mal la profesora «X» aunque sé, de base, que nuestros pensamientos políticos no son coincidentes. Me siento tentado a decirle que en realidad muchos adultos votan sin tener ni la más puta idea de lo que están haciendo… pero no me parece adecuado, no debería decir «puta» en un ámbito escolar. Trato de ser lo más demócrata que puedo aunque en verdad me siento como Capusotto en su sketch «padre progresista».
—Bueno, ella piensa eso y yo pienso esto… y es quizás eso la democracia, la posibilidad de pensar cosas distintas. Si ustedes tienen la posibilidad de pensar por ustedes, creo que no deberían desaprovecharla, se los dice alguien que ha sido educado y criado en una época en la que nadie tenía esa posibilidad.

Me da pena que justo toque el timbre, aunque sé que es oportuno. Solo cinco juntaron sus cosas y se fueron, el resto se quedó esperando… no sé qué.

—Pasen un hermoso fin de semana y disfruten de la democracia chicos.— les digo a modo de saludo.
Todos juntan sus cosas y se van.
—Gracias, y usted también profe.— dicen un par al salir.

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