miércoles, 16 de marzo de 2016

lo inevitable

- Hola.
- Hola.
- Che, que cagada ¿no?
- ¿Qué cosa?
- Y… vos… lo que te pasó.
Está a punto de hablar pero se calla.
El otro insiste:
- ¿Es como cuentan?
- No sé.
- ¿No vas a decir nada?
- Es mi vida y no la tuya. ¿Por qué tendría que decir algo?
- Para defenderte.
- ¿De quiénes? ¿De gente como vos?
- No seas agreta che, encima que uno se preocupa
- Ahora hablan, lo que no saben lo inventan. Ya se les va a pasar. Ustedes se aburren muy rápido de los chismes de la vida ajena. Si yo te digo algo, te estoy regalando más cosas para seguir hablando, quizás dos semanas más, así que quédate con tu idea y aburrite pronto de vivir vidas de otros.
- Siempre el mismo amargo vos.
- Sí, yo no cambié lo que soy. Vos cambiaste la forma en la que me pensabas. Nada más.
Y se fue.

Y, aunque el chisme ya era viejo, durante dos semanas más pudieron seguir hablando de la original respuesta.

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