lunes, 11 de julio de 2016

(...)

No duele tanto el final
como lo indeterminado.
Sujeto en estado terminal
el hombre a su máquina está atado.

La parte del saber que más nos duele,
es saber que no sabemos suficiente.

Pensar miles posibles e indiferentes
y estar sujetos a una mínima fracción de suerte.

Estar y no estar ahí,
y verte estando sin estar.

No duele tanto el final,
como lo indeterminado

de tu suerte.














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