jueves, 19 de noviembre de 2015

Votante argentino (un análisis pobre)

Pensaba, próximas las elecciones, y en un momento tan felizmente político como el que estamos viviendo, los diversos votantes que se me manifiestan cada vez que hablo con alguno.
Se me ocurrió, entonces, hacer un boceto de categorización de los votantes argentinos, por lo menos en esta elección. Está hecho así, a las apuradas y espontáneo. Ustedes sabrán decirme cuántos me han faltado.

Categorización de votantes:
1) El votante afectivo: es el que delega su elección a la decisión de alguna persona que quiere porque no se considera capaz de decidir por sí mismo. Entonces vota a la persona que le dijo el hijo, el padre, el amante, el nieto o quien fuere. Este votante vota por el bien del otro aunque no entiende muy bien que está haciendo.
2) El votante mediático: la persona que ve o escucha un medio en particular y tiene exactamente la misma opinión que este medio; incluso repite frases de ese medio como si fueran propias. Es muy probable que este votante no tenga ideas propias y que incluso muchas veces vote en contra de sus propios intereses. Muchas veces se preocupa por cosas que no lo preocupan pero como el medio le dijo que debía preocuparse por eso, este votante, muy obediente, lo hace.
3) El votante intelectualoso: No es gratuito usar la palabra «intelectualoso» y no «intelectual» porque este votante está constantemente mirando a quienes son sus referentes intelectuales, las personas que él denomina «los que saben» y trata de votar y opinar lo mismo que ellos.
4) El votante enojado: es aquel que siempre está insatisfecho con cualquier elección. Para esta persona es un verdadero fastidio ir a votar. Piensa que nadie nunca va a hacer nada por él; él tampoco nunca va a hacer nada por nadie. Simplemente se queja. Se queja de la derecha de la misma manera que se queja de la izquierda y parece que nunca ha votado al que ha sido electo.
5) El votante leal: es el que sigue a un partido y defiende las actitudes de este partido incluso en los momentos en los cuales estas actitudes son indefendibles. Esos votantes votan un partido no importa quién represente ni que ideología tenga el candidato de ese partido.
6) El votante económico: es el que vota por quien le proponga o le otorgue una conveniencia económica sin importarle los costos históricos o humanos que pueda tener esta conveniencia económica. Estos votantes suelen hablar de «costo social» y no de «indigentes».
7) El votante social: es el que vota a cualquier candidato que proponga avances sociales sin evaluar la factibilidad o no de esos avances. Estos votantes suelen votar a partidos chicos que nunca obtienen gran cantidad de votos pero por otro lado suelen ser activos partícipes de la sociedad.
8) El votante en duda: es un sujeto en vías de transformación entre el mediático y el ideológico; no cree completamente en el discurso mediático pero tampoco está convencido de que sus análisis sean confiables o, algunas veces, analiza solo parte de los factores. Este votante suele decidirse dos días antes o incluso algunos en el mismo cuarto oscuro.
9) El votante por conveniencia inmediata: este votante solo existe cuando hay sujetos en condición de desigualdad social; ellos votan a quien les provea algún bien inmediato. No analizan las consecuencias, pero tampoco se los puede culpar por eso. Sometidos constantemente a la desigualdad no creen posible que ningún político les permita modificar su realidad y entonces aceptan el beneficio urgente.
10) El votante ideológico: lo dejé para el último porque este votante presenta dos manifestaciones distintas y muchos de ellos no se sienten representados por partidos particulares ya que en argentina los mismos partidos han sabido representar a ambas ideologías:
10.1. La izquierda: piensan en una sociedad que incluye a muchos; reconocen la dificultad de la diversidad y el costo que tiene para los grupos sociales más pudientes y está dispuesto a hacer ese esfuerzo.
10.2. La derecha: piensan en una sociedad más pequeña y cree que un gran sector debe ser disciplinado y, si quiere ser incluido, deberá acomodarse a los patrones culturales de su sector.
El 22 votamos todos y, lo que surja de eso, deberemos vivirlo todos. El mejor inicio para disfrutar verdaderamente de la democracia es comenzar a «votar con conciencia». Debemos esforzarnos por ser votantes de la categoría 10, sin importar de cuál de los dos sectores, no me importa que opines distinto que yo; sí me preocupan que te hagan votar algo y vos pensés otra cosa.

Saludos en vías de construcción.

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