martes, 19 de enero de 2016

Volver al pasado (diálogos plutónicos)

Cuando el pasado viene a visitarlo, el presente tiende a sentirse incómodo.
Escucha el timbre. Atiende. Es ella, tan bella, hacía mucho que no la veía.
—Hola.
—Hola.
La mira sin prejuicios del pasado… y sigue siendo bella.
—¡Qué bueno verte!— dice mientras piensa en qué increíble es poder decir la absoluta verdad y estar mintiendo irremediablemente.
—Tenía ganas de verte.— y su enunciado fulmina cualquier capacidad de reacción.
—Hola. — una voz desde atrás, la que cree es de su mujer, saluda.
—¿Qué hacés linda?— dice Bella.
Charlan, beben cerveza y se fue a la santa hora.
—Estoy en…— le dice antes de irse y como freak poco hábil le entrega un papelito entre un dar de mano y un beso.
Luego de la calma, siempre la tormenta.
—¿Por qué vino?¿Qué quiere esa?— y miles de etcétera que estoicamente acepta sorprendido.
Todos se durmieron. Se fue sin auto, a pie. Buscando un taxi. Llegó a la puerta.
—¿En dos horas me pasas a buscar?
—Ningún problema.
La hizo llamar, lo hizo subir y…

Bajó dos horas más tarde y el honesto remisero lo esperaba.  Él sabía que este viaje era tanto por el viaje y otro tanto por la boca callada.

Entró en silencio.
—¿Qué pasa?
—Me pareció que estaba lloviendo.
—¿Llueve?
—No, no llueve más.
Cronos deglute sus hijos con impiedad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario