martes, 14 de junio de 2016

trigésimo Borges

Hoy es el trigésimo aniversario de la muerte de Borges, el más grande de los escritores del siglo XX (no sólo dicho por mí). Escritor polifacético y plurisignificante. Tan grande es que incluso hubo lectores que tenían en su biblioteca “todas sus novela”… y el enunciador llegó a ser presidente… y eso no sería raro si no fuera que Borges no escribía novelas…
Pero ¿a qué viene esto? A que Borges es un punto de referencia literaria incluso para quienes no lo han leído. Cansado estoy de quienes dicen que es demasiado intelectual y que por eso no les gusta… o que es demasiado extranjero de su patria…
Si lo leyeran, Borges escribió cosas simplísimamente complejas y los mejores cuentos de arrabal porteño jamás contados.
Borges se presta a mucho sobaco ilustrado que leyó algún apunte de Foucault y que lo cita por citar, porque lo citó su apunte; se presta mucho al politólogo que recobra la furia que grandes lectores tenían sobre sus actitudes políticas y la transfiere a una obra que ni siquiera leyó.
Hablar de Borges, es entonces, hablar de uno mismo. Leer a Borges es leerse. Y en este trigésimo aniversario pienso leerme a través de Borges.
Aquí mi lectura de él o del Otro.
Borges sigue un camino en crescendo impecable (contradigo a Pigna en esto y Pigna sabe mucho más que yo en esto). Su obra cambia de género a medida que madura.
Su poesía, con algunos momentos de genialidad, nunca supo desprenderse del fantasma de Lugones; su ultraísmo no fue más que una réplica que encontró momentos monumentales.
Luego fueron sus cuentos, del arrabal al fantástico evoluciona de manera genial. Considerando los géneros populares como el policial y el tango. Con los cuentos logra cosas nunca jamás logradas y explica con los mismos toda su escritura. Las claves para leer a Borges me la han dado sus propios cuentos, leer “Kafka y sus precursores”, “ruinas circulares”, “la biblioteca de Babel”, “el lenguaje analítico de John Wilkins” y “Pierre Menard autor del Quijote” es darse cuenta de su proyecto… agotados los temas de la literatura la literatura es su tema.
Y claro, luego llegarán sus ensayos como una evolución lógica. La literatura de Borges siempre referencio a otro, el escritor considerado más soberbio resulta ser el más humilde. Su anclaje son los libros porque sabe que ya se escribió todo pero no se escribió sobre ese Aleph que es la literatura.
Conocí los mejores cuentos de literatura fantástica de su mano, releí clásicos de su mano, me encontré con mitos nórdicos de su mano y me repensé en sus manos.
Y sí, jamás me hubiera tomado una cerveza con ese viejo gorila… pero es tan grande y tengo tanto que agradecerle que no puedo más que decirle “Gracias, gracias por tanta literatura; gracias por tanta genialidad”.

Y María Kodama… bueno, daños colaterales digamos…










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