miércoles, 12 de abril de 2017

Apuntes sobre los resultados del Operativo Aprender 2016

Definiendo intencionalidades y lector modelo.
Yo no hago este texto porque esté al pedo ni porque me dé más lectores (nadie lee estos textos). Si tengo un seguidor en el blog es mucho y posiblemente ni eso. Lo hago porque creo que debemos hablar, volver a hablar y entendernos, tratar de comprender qué es relevante y qué no lo es.
Este texto es para aquellos que se preocupan por la educación de sus hijos y por los caminos que las políticas están tomando. Está hecho porque creo que no hay otras lecturas, que los que las tienen se han cansado de decirlas y los que las dicen piensan que tienen la batalla ganada.
Fue escrito para quienes no se conforman con titulares.

Comencemos con algunas premisas:
1) No está mal evaluar los procesos porque el resultado nos permite modificar y reformular las acciones futuras; ver el efecto de las pasadas y construir un presente acorde con la realidad.
2) Está mal evaluar, si lo hacemos para juzgar.
3) Los datos estadísticos son datos y si las herramientas usadas son las correctas, son indiscutibles… como datos. La lectura que se haga de esos datos, bueno, eso ya es otra cosa.
4) Los datos no sirven para nada si no se leen e interpretan, pero esa lectura inevitablemente (para bien y para mal) está marcada ideológicamente por el lector. Ya estamos casi dos décadas entrado el siglo XXI y hablar de objetividad no sólo peca de ingenuo sino de pelotudo.
5) Los datos se leen confrontando unos con otros agrupados en distintas categorías. Establecer esas categorías es el acto más ideológico que hace el lector. Desentramar la ideología implicada en esa lectura es la obligación de quien lee ese informe.
6) Cuando una evaluación estadística explora datos que ya sabe previamente, es muy fácil suponer que sólo se hace para justificar luego acciones consecuentes con esa lectura.
7) Los siete puntos antes dichos tienen validez si los indicadores están obtenidos con herramientas idóneas; si agregáramos el problema de que tal vez la herramienta no sea la adecuada, “altroque”…
Leo el primer informe de los resultados del Operativo de Evaluación Aprender disponible acá.

No voy a discutir los datos ni la forma de obtenerlos; no porque esté completamente de acuerdo, sino porque considero que no tengo las competencias intelectuales y académicas para hacerlo (se supone que lo han elaborado pedagogos y teóricos que cayeron a la educación pública o se elevaron a la privada.)
Sí puedo leer y discutir la lectura de los resultados.
a. Lo primero que me llama la atención es la cantidad de resultados que no hacía falta evaluar para conocerlos. Que un joven con una situación económica-social más desfavorable tiene más dificultades para la adquisición de conocimientos escolares es una verdad de Perogrullo, quizás por eso se los llama “en situación de vulnerabilidad”.
b. Lo segundo que me llama la atención son las categorías más comparadas en el documento:
escuela de gestión pública-escuela de gestión privada
nivel socioeconómico (muy extraña la manera de designar el nivel también): alto-medio-bajo
nivel según el género (sí, no estoy mintiendo): varón-mujer


¿Soy el único que percibe en esta lectura los viejos estereotipos machistas en los cuales a las mujeres se les asignaba la literatura y a los varones la matemática porque “las mujeres son más sensibles” y “los hombres son más inteligentes”?
Años tratando de combatir estos prejuicios que se cimientan tanto en la psiquis que los convierten en reales para que saquen como indicador esta diferencia cultural y lo tiren todo a la mierda.
Otro dato ridículo es el indicador de sobreedad. ¿y por qué es ridículo? Porque se lo enfrenta según el sector que la gestiona. A ninguno se le ocurrió que en la gestión privada haya un porcentaje ínfimo de alumnos de dos o más años de sobreedad se deba quizás al amable consejo que les dan en estas escuelas a sus padres cuando su hijo repite por segunda vez: «Debería enviarlo a otra escuela, acá no va a aprobar»


Otro dato estúpido es el que se establece según los ingresos de los grupos familiares, alto-medio-bajo (ya expresé mi disconformidad con las palabras empleadas para clasificarlos). Bueno, algo genial han descubierto estos brillantes estudiosos de la pedagogía: parece que los jóvenes mientras menos problemas económicos tienen mejor rinden en el colegio… (¿no me digas?¿ni me lo imaginaba?). Seguro que algún pelotudo saldrá con el «yo tenía un amigo que…» vamos, las excepciones hacen las reglas y desaparecen en las estadísticas.

Mi intriga, frente a tamaño gasto que se hizo en esta evaluación, ¿es para qué se hizo?
Un análisis que era interesante, evaluaba el rendimiento en las distintas áreas de acuerdo a si habían asistido a jardín de cinco o no… pero cuando voy a los resultados me los volvieron a dividir en pobres-clase media-ricos. ¿Por qué?
Ah, me olvidaba. Según el ámbito también. Descubrieron que en las escuelas rurales hay más dificultades de comprensión lectora que en las urbanas… ¿esto se debe a que son más brutos? No señora gorda sentada en su casa leyendo una revista de chismes o una novela romántica, no. Esto se debe a lo poco familiares que le son los artefactos letrados (llámelos usted libros, revistas o como quiera) a esta población.
Y bastante bien les va, gracias sin dudas a sus docentes, para ser personas que no encuentran un libro en otro lugar que en la escuela.
Lo de dividir según el género es vergonzoso, según este informe queridas mujeres, ustedes sólo sirven para la lengua y la literatura. Usted, señora de cola chata oyendo su radio o viendo su tele ¿sigue pensando lo mismo? (…) Sí, ya sé pero no estamos hablando de usted, usted tampoco sirve para la literatura (…) Bueno, deje ahí.
Otro dato sorprendente y esclarecedor es el que nos permite saber, nunca se me hubiera ocurrido, que si un chico trabaja además de estudiar, tiene más dificultades de aquellos que no trabajan… ¿no me digas? Guau, qué dato.
 
Algo que creo se les escapó o no supieron leer. En este informe que se presenta absolutamente diacrónico, se atreven a comparar (por error quizás en forma sincrónica) los resultados con los obtenidos en las ONE 2013.

Y saben que el nivel entre satisfactorio y básico ha crecido del 2013 al 2016. No señora, no se fije en la barrita azul, eso marca solo los pocos que se destacan por sobre la media, fíjese en la verde y en la naranja… sí, en esa señora. Muy bien. Excelente, la felicito. ¿Se dio cuenta de que el único dato preocupante es matemáticas? Ahí hay que trabajar porque lo básico avanza por sobre lo satisfactorio. En todas las otras barras el crecimiento de la calidad es notoria y si a eso le sumamos el crecimiento de matrícula incluyendo gente que siempre quedaba fuera del sistema ¿qué les dice?
Ah, no te dice nada… Bueno a mí sí. Estamos en buen camino, con muchas cosas para mejorar, pero estamos en buen camino.

En primaria, donde ya había más incluidos desde antes, es más notorio el crecimiento. Pero este dato en el informe ustedes lo pasarán por alto (el informe sólo le dedica dos páginas cuando deberíamos hacer una progresión desde las ONE 2005, 2007, 2010 y ver también como dato el crecimiento de la matrícula), cuando es, quizás el dato más significativo de todo el informe.
Este es un dato imperdible, así que no se lo pierdan:

Sí, leyó bien: “Conforme aumenta el nivel socioeconómico de los estudiantes aumenta el porcentaje de quienes asisten a escuelas del sector privado.” Bah, ¡qué genios! Nadie se lo hubiera imaginado. Es como decir que mientras más dinero tienen, más se atienden con médicos del sector privado… un datazo.

En conclusión, porque me aburro de mí mismo.
Frente a tantos datos irrelevantes, ¿qué es lo que pretende hacer el Estado con este informe?
Pues muy simple, hacerte creer que la educación privada es mejor que la pública; que los ricos son más capaces que los pobres y que los varones son más inteligentes que las mujeres. Sacá tus conclusiones.
Llegado a este punto, sí usted lector piensa que eso es cierto, lamento decirle que ha perdido tiempo leyendo todo esto. Deje de leer ya, antes de que se enoje conmigo.
Esto no es una evaluación, es una estrategia de justificación para desmantelar la escuela pública, someter a los pobres y a las mujeres y seguir manteniendo el régimen de poder enquistado hasta ahora.
No señora, no soy K y si lo fuera tampoco importaría. Le estoy haciendo una lectura fundamentada de este informe y me sorprende que haya llegado a leer tanto. Podría quizás usted generar algún comentario con fundamento.
A vos que me entendiste y luego de haber visto las chicanas y mal trato que se sometió a la escuela pública estos días… ¿no te hace pensar?
Yo caí en la escuela pública… y en una escuela pública mucho más deficitaria que la actual.
Pocos o nadie va a leer el informe, sólo algunos leerán los resúmenes tendenciosos del gobierno de un informe que ya de por sí es tendencioso, la mayoría se conformará con el par de enunciados espectaculares que diga la televisión.
Yo no soy nadie, sólo un profesor (quizás de alguno de sus hijos) que se tomó la molestia de leerlo, entenderlo y tratar de brindar otra lectura. Porque no puedo dejar de creer en que la clave es generar consciencia, despertarte de esa somnolencia.
Si a vos te sirve, tómalo y si no déjalo. Estamos en una época tan egoísta que dudo se entienda este gesto.

Gracias por leerlo y porfa, ¡pensá! Que no duele y es gratis.






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