viernes, 21 de abril de 2017

Una mirada

Los ojos no mienten diría mi abuela.
Los animales salvajes lo saben antes que mi abuela, por eso miran a los ojos previo a atacar, de esa manera comprenden la peligrosidad del oponente. Una mirada de ojos basta para saber si podemos atacar o debemos huir.
Eso en todo.
Cuando alguien tiene algún interés en nosotros, lo primero que nos lo indica es la mirada; es la mirada la que hace que nos acerquemos e intentemos sacar algún tema de conversación.
Cuando no le caemos bien a alguien (algo que me ocurre con frecuencia), el primer lugar en cual lo notamos es en la mirada… y no valen discursos ni hipocresías que puedan ocultar de esos ojos el "no te banco".
Cuando alguien nos quiere, lo notamos en su mirada… y cuando no nos quiere… es más fácil darse cuenta.
Cuando alguien nos miente, es la mirada la que delata y nos obliga a hacer miles de preguntas o a callar y pagar igual con igual.
Cuando alguien nos admira o desprecia, la mirada es casi la misma pero tan distintas que se hace evidente.
La mirada habla, habla por sobre las conciencias, habla sin protocolos de buen comportamiento, la mirada evidencia.

Será por eso, quizás, que cerramos los ojos al besar. Para que no se den cuenta... o porque no queremos darnos cuenta...






No hay comentarios.:

Publicar un comentario