lunes, 10 de abril de 2017

Pensando el paro de mañana



Mañana, en Santa Fe por lo menos, hay paro docente. Muchos de nosotros habíamos planteado que ya era tiempo de acordar, si se ajustaban las cuotas del gobierno como supuestamente van a ofrecer. No había verdaderas intenciones de hacer más paros. Los hicimos todos, demandamos lo que nos parecía justo y acordaríamos en la mejor intencionada oferta que la provincia pudiere hacer. Sabiendo ya que el porcentaje no variaba pero las cuotas sí.
Sin embargo anoche pasó algo insólito, desmedido, injustificado.
No sé si han estado alguna vez en una marcha docente, pero puedo asegurarles que es de las marchas más pacíficas que se pueden ver.
Los manifestantes, todos ellos docentes, marcharon pacíficamente; no cortaron ninguna calle; avisaron al Ministerio de Educación y a los medios lo que querían hacer. La intención era instalar una escuela itinerante, una carpa que rememore la carpa docente y a la vez continúe el reclamo de otra forma, tal y como lo habían pedido.
Ningún medio, ni los más oficialistas han podido filmar un palo, una piedra, un enmascarado, una agresión por parte de los manifestantes… nada de nada.
Lo que sí filmaron fueron los gases pimientas, los palos, la rodilla en la cabeza, los golpes injustificados frente a compañeros que solo tenían su mano alzada.

Alega, el gobierno, el incumplimiento de una ley al no pedir permiso para instalar la carpa, que el permiso era sólo para marchar… Acoto yo, que hay un incumplimiento de una ley nacional anterior, la que obliga al gobierno a convocar paritarias nacionales (art. 10 de la ley de Financiamiento Educativo y el decreto reglamentario N° 457/07). Y nadie fue con gas pimienta y palos a la casa de gobierno.
Lo que se vio anoche fue absurdo, injustificado, violento, sin sentido. Sólo hay una opción, repudiar lo que pasó.
Este paro no tiene nada que ver con el gobierno provincial que ha demostrado tratar de llegar a un acuerdo las últimas veces; este paro no tiene que ver con salarios. Este paro tiene que ver con construir ciudadanía con consciencia cívica y un mínimo de empatía.
Personalmente hubiera preferido «asambleas populares» en la escuela, pero la fuerza de los trabajadores está en la unión y en lo que decidan las mayorías.
Algunos colegas, por suerte pocos, dicen que no hacen paro porque se preocupan por sus alumnos… ¿Eso quiere decir que yo no?
Porque me siento afectado por ese comentario respondo:
Sí me preocupo por mis alumnos y por eso me sumo a la medida de fuerza. No puedo decirme verdadero ciudadano si dejo que las cosas pasen sin que me afecten. ¿Qué les estoy diciendo a los jóvenes si me ven sin reaccionar cuando mis compañeros han sido golpeados? Pues algo muy simple: que no hay que preocuparse por el otro, que no te metas, que triunfa el egoísmo, las voluntades individuales por sobre las colectivas.
Perdonen pero me parece una pésima enseñanza.
«Si dos brabucones le pegan a tu compañero o lo agreden, vos no te metas, estudiá que es lo que tenés que hacer en el colegio.» Eso le están enseñando esos docentes que dicen preocuparse por sus hijos.
A la sociedad con el cerebro lavado, que repite pancartas estandarizadas por los medios, a esos no les voy a decir nada, no vale la pena. Oyen lo que quieren oír para justificar su miedo y su egoísmo.
Lo que se pudo ver anoche nos dejó, a los que guardamos un poco de humanidad, sin palabras.
Hoy leo tantas estupideces que me preocupa el destino de este país. Gobernantes estúpidos o ladrones o maliciosos hemos tenido muchos y hemos sabido levantarnos; pero cuando la población se torna egoísta y estúpida hemos vivido los peores momentos de nuestro país.
Leo: «La carpa de Baradel» y pienso «argumento ad hominem», atacan a la persona porque no pueden atacar los argumentos (y una persona que representa a un sector minoritario de quienes nos manifestamos).
Leo: «No eran docentes eran militantes del FPV» y muestran tres personas. Dos problemas con ese argumento; primero la falla en el pensamiento inductivo, la regularidad de las particularidades logra la ley general y tres o cuatro casos no son suficientes para eso (si no entendiste lo que dije, volvé a esa escuela pública que tanto despreciás porque mis alumnos sí loentenderían); por otro lado, ¿no se puede ser docente y militante de algún partido?¿son cualidades excluyentes o contradictorias?
Leo: «Incumplieron con una ley municipal en el pedido» y pienso que otros incumplieron con una ley nacional.
Leo tantas estupideces, tanta incapacidad de escucha, tantos ojos cerrados.
Yo leo lo que escriben, pienso lo que leo y escribo en consecuencia. Escribo textos que superan la capacidad lectora de los que leen solo titulares (textos que en realidad son breves para hablar de situaciones muy complejas).
Yo acepto la diferencia si se me plantea con argumentos, no con insultos, no con prejuicios, no con miedos, no con discursos prestados.
Y escribo sin saber para quién, porque quien quisiera que me leyera jamás llega a tantas letras.
El otro día charlaba con mi compañera y le decía: «esto me da tristeza»; a lo que ella respondió: «a mí, miedo». Creo que tiene razón.
Mañana hay paro, no porque seamos vagos sino porque seguimos siendo humanos.
Si no lo entendés, pregúntate vos detrás de esa máscara hipócrita de buen ciudadano cuánta humanidad te queda para justificar la violencia con cualquier cosa.
Es sólo una opinión y quien tenga un verdadero argumento… no tienen ni idea de cuánto me gustaría oírlo.



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