miércoles, 14 de agosto de 2013

La Alteridad del Otro

     El político enojado porque la gente vota a otro en lugar de preocuparse de por qué no lo votan a él. Un trabajador preocupado porque otro, que hace paro, cobra más en lugar de preocuparse porque (y por qué) él está cobrando poco. El comensal, que en este momento comía torta sin sal, mira cómo la porción del otro es más grande o tiene más dulce de leche que la propia. La mamá mira cómo el hijo de otra duerme más o se saca mejores notas que el suyo. El señor cara indignada está más preocupado por la salud moral de los alumnos de colegios estatales que por la de sus hijos formados en esa academia católico-fascista a la que asisten. El remisero termina el viaje pero en lugar de estar contento con el final de la jornada se molesta de que otro compañero de trabajo haya hecho dos viajes más que él. Una pareja cena mientras habla, muy preocupada de cómo habrá sido la manera de que sus vecinos hayan cambiado de auto (¡otra vez! ¡de dónde sacarán plata!). El compañero de curso está indignado de que "esa" haya aprobado si no estudió nunca. El agropecuario mira enojado de que no haya caído piedra, también, en el campo vecino como en el de él en lugar de pensar por qué en su campo no pasó como en el del vecino en el cual no cayó piedra... pero claro, la oración es muy larga y prefirió quedarse pensando en "¿por qué no cayó piedra en el campo de "ese"? El futbolista, al final del partido, no disfruta haber ganado porque el gol de la victoria lo hizo "ese" y no le dieron el pase a "él". La docente está enojado con su colega que propuso algo que ella no tiene ganas de hacer. Las vecinas se juntan a tomar mates y hablar de "cómo, de qué manera, no puede ser" la vecina que no está. El artista se molesta de que "eso" se le haya ocurrido a "aquel" y no a "mí"... pero claro, la gente vulgar siempre prefiere las "boludeces" que se le ocurren al chapucero ese.
     Todo el mundo parece estar preocupado por la vida del otro. A tal punto que no sé si yo no estoy en este momento preocupándome por la preocupación de los otros...
     Creo que el mundo sería un lugar mucho más feliz si no hubiera tantas vidas ajenas y hubiera más vidas propias.

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