domingo, 13 de abril de 2014

"Váyase la luz"... dijo; y la luz...

     Susana sabe que es la última persona en el mundo. Una invasión de semillas transgénicas evolucionó y destruyó a la humanidad dejándola sola y abandonada en el sobresdrújulo planeta del sistema solar.
     A la deriva de cualquier palabra humana, transita las calles llenas de silencio.
     Recorre el supermercado mientras carga lo que necesita en el changuito. Esquiva los cadáveres y pasa por la caja sin pagar. Deja chillando la alarma de la puerta.
     Llega caminando, sin apuro, empujando el carro de compras, a su casa que ha dejado abierta; porque nadie está, porque nadie sería capaz de entrar, porque no existe nadie en el mundo más que Susana y su compra semanal y una provisión de remedio y alimentos para la vida de miles de Susanas.
     Entra a su casa, sin decir nada porque no hay nadie a quien hablar.
     Prende la computadora a sabiendas que en algún momento, hoy o mañana, la energía eléctrica dejará de funcionar.
     Se conecta a Internet para recordar lo que alguna vez fuimos como sociedad.
     Entra a facebook. Coloca en su estado:
                                                                "Estoy sola"
                                                                                     ...y se queda mirando triste la pantalla.

     Un "1" blanco sobre rojo, le permite saber que alguien puso "me gusta" en su estado. Desplaza el mouse para saber quién es.
   
     Se corta la luz para siempre.

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