martes, 25 de junio de 2013

Una duda ontológica

La pregunta que algunos suelen hacer es: "Si un árbol se cae en el bosque y nadie lo ve ¿hace ruido?" lo que evidentemente nos envía a una pregunta mucho más ontológica "si nadie lo ve ¿se cayó?¿existe?"
Nunca entendí muy bien la duda, es más que claro que existe tanto como hace ruido y eso no tiene que ver con un pragmatismo irreflexivo sino porque ha sido parte de un sistema semiótico.
Mientras alguien convierta en enunciado a ese árbol que cae en el bosque más perdido e impenetrable de la conciencia humana, no solo ese árbol existe sino que, obviamente, hace ruido; porque ese árbol, esa caída y ese ruido son objetos semiotizados.
Preguntemos, mejor, cuando un objeto o ser innominable procede a una acción inenarrable y aunque esto pase justo al frente de nuestros ojos; "eso", ¿existe? ¿tiene entidad?
Muy a pesar de quienes no comprendan el verdadero valor del lenguaje (en el sentido amplio del término), no existe posibilidad de existencia si no existe posibilidad de enunciarlo.

Ahora pienso... debe ser por eso que algunas personas se preocupan tanto porque todos hablemos (bien o mal) de ellos, deben tener miedo de desaparecer, de no existir.

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